Mas respeto con los mayores
La sociedad está enferma de etiquetismo. Todo está dividido en casilleros, números, índices, categorías, rubros, colores, tamaños, etcéteras. Nuestro universo se convirtió en un gran catálogo, lo que no tendría nada intrínsecamente malo si no fuera porque las separaciones son muy humanas, es decir imperfectas. Cuando dicen “muy humanas” oímos equivocadas, cuando dicen “imperfectas” oímos peligrosas. En manos de algún escritor comprometido e ilustrado lo que sigue en esta nota podría ser profundo y cuestionador, pero yo voy a escribir sobre cine. En el cine una de las divisiones mas clásicas y notables tienen que ver con los géneros.
Acción: Duro de matar; Ciencia ficción: Blade Runner, Drama: Los puentes de Madison; Terror: Bram Stocker Drácula. ¿Algún lector ha fruncido el seño y reaccionado ante la categorización de alguna película nombrada? No se preocupe, tiene razón. Y vamos a concentrarnos en el tema a partir del último ejemplo: las películas de terror.
Antes que nada quiero decir que las películas de terror son las que menos respeto despiertan en el espectador. Usted dirá que se debe a que son terriblemente malas. Error. Cualquier género tiene un altísimo porcentaje de basura producida y estrenada, solo que los adolescentes no las ven, las ven los adultos. El ítem adulto también incluye algo así como un estatus social de la película elegida, es decir: si hay estrellas, si ha sido pramiada, si el director es también el director de..., si la crítica la ha halagado; difícilmente el espectador promedio (y por promedio me refiero al espectador de los complejos multisala) se guíe por características extras a las descriptas, eso es mas para el cineclubista, o el cinéfilo que busca su propia programación en la red, llena de cine inaccesible hace 10 años atrás, compuesta de clásicos, cine de culto y practicamente lo que sea.
El género terror goza de gran desprestigio entre este público porque suele meterse en la misma bolsa al de calidad y al berreta, confundiéndolos y asociándolos por la característica que los hermana: los recursos para impresionar. Estos recursos los podemos concentrar en los efectos especiales (fx): sangre, mutaciones, desmembramientos, monstruosidades. Los fx propios del género pueden equipararse a las guitarras eléctricas en los años 50 adoradas por los jóvenes y el diablo pero rechazadas por los adultos, aunque aún hoy hay gente que las consiedera demasiado ruidosas. Pero la culpa no es de la guitarra. Recuerdo frases de la crítica sobre Bram Stocker Drácula al dia de su estreno, críticos que se esforzaban en no considerarla cine de género, o peor aún: “mucho mas que una película de terror”, una frase separatista, elitista. Dirigida al espectador que debe sentir que no está eligiendo una de miedo, mucho menos si el director es Francis Coppola y actúa Anthony Hopkins (que ganaría el oscar como mejor actor por otra película asociada al género; El silencio de los inocentes). Lamentablemente, lo que aquí sucede es que a alguien le gustó tanto una película de terror que no puede admitir que lo sea. “Es que no me asusta”-dicen por ahí, tratando de reducir el género al estallido de un globo en la habitación. El género de terror es dueño de una estética, de climas, inventor de universos, proveedor de fantasías. Incluso podemos dividirlo en varios subgéneros; hay comedia, drama, ciencia ficción, todas tienen suspenso y en muchas de ellas hay una gran representación del pensamiento de la época. Vea el clásico The thing con toda su paranoia de guerra fría, La noche de los muertos vivos y su saga reflejando la decadencia de la sociedad norteamericana, la idea sobre el capitalismo en Alien con sus tripulantes mineros siendo sacrificados por su empresa para rescatar un monstruo que se los quiere comer. ¿Quiere comedias? Vea Evil dead 2, House, Arrastrame al infierno, Re-animator o Gremlins. Si es mas adepto a los dramas le recomiendo El exorcista, El bebé de Rosemarie, El exorcismo de Emily Rose, Psicosis; el listado podría seguir indefinidamente.
El cine fue una curiosidad científica creada por los hermanos Lumiere en 1895, las primeras exhibiciones comprendían tomas fijas de eventos reales, como la gente que salía de la fábrica o el tren llegando a la estación. ¿Sabe usted cómo reaccionó la gente en la famosa proyección en un café de París ante la llegada del tren? Dicen que se asustó tanto que algunos se echaron a correr, presas del pánico ante la enorme locomotora en blanco y negro que se les acercaba desde la pantalla. ¿Y cuál es uno de los primeros clásicos del cine sonoro sino Frankenstein?
Así que le pido por favor, antes de menospreciar altaneramnete uno de los géneros cinematográficos mas antiguos, muestre respeto por los mayores.